Proverbios 20 & Salmo 51
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 20 sept 2015
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Proverbios 20
20 El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente! 2 Rugido de león es la furia del rey; quien provoca su enojo se juega la vida. 3 Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito. 4 El perezoso no labra la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará. 5 Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente. 6 Son muchos los que proclaman su lealtad ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza? 7 Justo es quien lleva una vida sin tacha ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo! 8 Cuando el rey se sienta en el tribunal, con su sola mirada barre toda maldad. 9 ¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»? 10 Pesas falsas y medidas engañosas ¡vaya pareja que el Señor detesta! 11 Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta. 12 Los oídos para oír y los ojos para ver ¡hermosa pareja que el Señor ha creado! 13 No te des al sueño, o te quedarás pobre; manténte despierto y tendrás pan de sobra. 14 «¡No sirve, no sirve!», dice el comprador, pero luego va y se jacta de su compra. 15 Oro hay, y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosos son los labios del saber. 16 Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; reténla en garantía si la da en favor de desconocidos. 17 Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños, pero uno acaba con la boca llena de arena. 18 Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia. 19 El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más. 20 Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad. 21 La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz. 22 Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!» Confía en el Señor, y él actuará por ti. 23 El Señor aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas. 24 Los pasos del hombre los dirige el Señor ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino? 25 Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido. 26 El rey sabio avienta como trigo a los malvados, y los desmenuza con rueda de molino. 27 El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser. 28 La misericordia y la verdad sostienen al rey; su trono se afirma en la misericordia. 29 La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas. 30 Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purgan lo más íntimo del ser.
Salmo 51
Al director musical. Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo por haber cometido David adulterio con Betsabé.
1 Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. 2 Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. 3 Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. 4 Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. 5 Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. 6 Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. 8 Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. 9 Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. 11 No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. 12 Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. 13 Así enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti. 14 Dios mío, Dios de mi salvación, líbrame de derramar sangre, y mi lengua alabará tu justicia. 15 Abre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.16 Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería.17 El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. 18 En tu buena voluntad, haz que prospere Sión; levanta los muros de Jerusalén.19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, los holocaustos del todo quemados, y sobre tu altar se ofrecerán becerros.