Proverbios 28 & Salmo 59
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 28 sept 2015
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Proverbios 28
28 El malvado huye aunque nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como un león. 2 Cuando hay rebelión en el país, los caudillos se multiplican; cuando el gobernante es entendido, se mantiene el orden. 3 El gobernante que oprime a los pobres es como violenta lluvia que arrasa la cosecha. 4 Los que abandonan la ley alaban a los malvados; los que la obedecen luchan contra ellos. 5 Los malvados nada entienden de la justicia; los que buscan al Señor lo entienden todo. 6 Más vale pobre pero honrado, que rico pero perverso. 7 El hijo entendido se sujeta a la ley; el derrochador deshonra a su padre. 8 El que amasa riquezas mediante la usura las acumula para el que se compadece de los pobres. 9 Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley. 10 El que lleva a los justos por el mal camino, caerá en su propia trampa; pero los íntegros heredarán el bien. 11 El rico se las da de sabio; el pobre pero inteligente lo desenmascara. 12 Cuando los justos triunfan, se hace gran fiesta; cuando los impíos se imponen, todo el mundo se esconde. 13 Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón. 14 ¡Dichoso el que siempre teme al Señor! Pero el obstinado caerá en la desgracia. 15 Un león rugiente, un oso hambriento, es el gobernante malvado que oprime a los pobres. 16 El gobernante falto de juicio es terrible opresor; el que odia las riquezas prolonga su vida. 17 El que es perseguido por homicidio será un fugitivo hasta la muerte ¡Que nadie le brinde su apoyo! 18 El que es honrado se mantendrá a salvo; el de caminos perversos caerá en la fosa. 19 El que trabaja la tierra tendrá abundante comida; el que sueña despierto sólo abundará en pobreza. 20 El hombre fiel recibirá muchas bendiciones; el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune. 21 No es correcto mostrarse parcial con nadie. Hay quienes pecan hasta por un mendrugo de pan. 22 El tacaño ansía enriquecerse, sin saber que la pobreza lo aguarda. 23 A fin de cuentas, más se aprecia al que reprende que al que adula. 24 El que roba a su padre o a su madre, e insiste en que no ha pecado, amigo es de gente perversa. 25 El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera. 26 Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo. 27 El que ayuda al pobre no conocerá la pobreza; el que le niega su ayuda será maldecido. 28 Cuando triunfan los impíos, la gente se esconde; cuando perecen, los justos prosperan.
Salmo 59
Al director musical. Sígase la tonada de «No destruyas». Mictam de David, cuando Saúl había ordenado que vigilaran la casa de David con el propósito de matarlo.
1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios; protégeme de los que me atacan. 2 Líbrame de los malhechores; sálvame de los asesinos. 3 ¡Mira cómo me acechan! Hombres crueles conspiran contra mí sin que yo, Señor, haya delinquido ni pecado. 4 Presurosos se disponen a atacarme sin que yo haya cometido mal alguno. ¡Levántate y ven en mi ayuda ¡Mira mi condición! 5 Tú, Señor, eres el Dios Todopoderoso ¡eres el Dios de Israel! ¡Despiértate y castiga a todas las naciones; no tengas compasión de esos viles traidores! 6 Ellos vuelven por la noche, gruñendo como perros y acechando alrededor de la ciudad. 7 Echan espuma por la boca, lanzan espadas por sus fauces, y dicen: «¿Quién va a oírnos?» 8 Pero tú, Señor, te burlas de ellos; te ríes de todas las naciones. 9 A ti, fortaleza mía, vuelvo los ojos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. 10 Tú eres el Dios que me ama, e irás delante de mí para hacerme ver la derrota de mis enemigos. 11 Pero no los mates, para que mi pueblo no lo olvide. Zarandéalos con tu poder; ¡humíllalos ¡Tú, Señor, eres nuestro escudo! 12 Por los pecados de su boca, por las palabras de sus labios, que caigan en la trampa de su orgullo. Por las maldiciones y mentiras que profieren, 13 consúmelos en tu enojo ¡consúmelos hasta que dejen de existir! Así todos sabrán que Dios gobierna en Jacob, y hasta los confines de la tierra. 14 Porque ellos vuelven por la noche, gruñendo como perros y acechando alrededor de la ciudad. 15 Van de un lado a otro buscando comida, y aúllan si no quedan satisfechos. 16 Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia. 17 A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector ¡Tú eres el Dios que me ama!