Proverbios 30 & Salmo 122
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 30 nov 2015
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Proverbios 30
Dichos de Agur hijo de Jaqué. Oráculo. Palabras de este varón:
«Cansado estoy, oh Dios; cansado estoy, oh Dios, y débil.
2 »Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. 3 No he adquirido sabiduría, ni tengo conocimiento del Dios santo.
4 »¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?
5 »Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. 6 No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso.
7 »Sólo dos cosas te pido, SEÑOR; no me las niegues antes de que muera: 8 Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día. 9 Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el SEÑOR?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.
10 »No ofendas al esclavo delante de su amo, pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias.
11 »Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. 12 Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza.
13 Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdén. 14 Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo.
15 »La sanguijuela tiene dos hijas que sólo dicen: “Dame, dame.”
»Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”: 16 el sepulcro, el vientre estéril, la tierra, que nunca se sacia de agua, y el fuego, que no se cansa de consumir.
17 »Al que mira con desdén a su padre, y rehúsa obedecer a su madre, que los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman vivo los buitres.
18 »Tres cosas hay que me causan asombro, y una cuarta que no alcanzo a comprender: 19 el rastro del águila en el cielo, el rastro de la serpiente en la roca, el rastro del barco en alta mar, y el rastro del hombre en la mujer.
20 »Así procede la adúltera: come, se limpia la boca, y afirma: “Nada malo he cometido.”
21 »Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer: 22 el siervo que llega a ser rey, el necio al que le sobra comida, 23 la mujer rechazada que llega a casarse, y la criada que suplanta a su señora.
24 »Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios: 25 las hormigas, animalitos de escasas fuerzas,
pero que almacenan su comida en el verano; 26 los tejones, animalitos de poca monta, pero que construyen su casa entre las rocas; 27 las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta; 28 las lagartijas, que se atrapan con la mano, pero que habitan hasta en los palacios.
29 »Tres cosas hay que caminan con garbo, y una cuarta de paso imponente: 30 el león, poderoso entre las bestias, que no retrocede ante nada; 31 el gallo engreído, el macho cabrío, y el rey al frente de su ejército.
32 »Si como un necio te has engreído, o si algo maquinas, ponte a pensar 33 que batiendo la leche se obtiene mantequilla, que sonándose fuerte sangra la nariz, y que provocando la ira se acaba peleando.»
Salmos 122
Cántico de los peregrinos. De David.
1 Yo me alegro cuando me dicen: «Vamos a la casa del SEÑOR.» 2 ¡Jerusalén, ya nuestros pies se han plantado ante tus portones!
3 ¡Jerusalén, ciudad edificada para que en ella todos se congreguen! 4 A ella suben las tribus, las tribus del SEÑOR, para alabar su nombre conforme a la ordenanza que recibió Israel. 5 Allí están los tribunales de justicia, los tribunales de la dinastía de David.
6 Pidamos por la paz de Jerusalén: «Que vivan en paz los que te aman. 7 Que haya paz dentro de tus murallas, seguridad en tus fortalezas.» 8 Y ahora, por mis hermanos y amigos te digo: «¡Deseo que tengas paz!» 9 Por la casa del SEÑOR nuestro Dios procuraré tu bienestar.