Proverbios 11 & Salmo 44
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 11 feb 2016
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Proverbios 11
11 El Señor aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas.
2 Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría.
3 A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía.
4 En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte.
5 La justicia endereza el camino de los íntegros, pero la maldad hace caer a los impíos.
6 La justicia libra a los justos, pero la codicia atrapa a los falsos.
7 Muere el malvado, y con él su esperanza; muere también su ilusión de poder.
8 El justo se salva de la calamidad, pero la desgracia le sobreviene al malvado.
9 Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento.
10 Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra; cuando el malvado perece, hay gran regocijo.
11 La bendición de los justos enaltece a la ciudad, pero la boca de los malvados la destruye.
12 El falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua.
13 La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta.
14 Sin dirección, la nación fracasa; el éxito depende de los muchos consejeros.
15 El fiador de un extraño saldrá perjudicado; negarse a dar fianza es vivir en paz.
16 La mujer bondadosa se gana el respeto; los hombres violentos sólo ganan riquezas.
17 El que es bondadoso se beneficia a sí mismo; el que es cruel, a sí mismo se perjudica.
18 El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia.
19 El que es justo obtiene la vida; el que persigue el mal se encamina a la muerte.
20 El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se complace en los que viven con rectitud.
21 Una cosa es segura: Los malvados no quedarán impunes, pero los justos saldrán bien librados.
22 Como argolla de oro en hocico de cerdo es la mujer bella pero indiscreta.
23 Los deseos de los justos terminan bien; la esperanza de los malvados termina mal.
24 Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria.
25 El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.
26 La gente maldice al que acapara el trigo, pero colma de bendiciones al que gustoso lo vende.
27 El que madruga para el bien, halla buena voluntad; el que anda tras el mal, por el mal será alcanzado.
28 El que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el follaje.
29 El que perturba su casa no hereda más que el viento, y el necio termina sirviendo al sabio.
30 El fruto de la justicia es árbol de vida, pero el que arrebata vidas es violento.
31 Si los justos reciben su pago aquí en la tierra, ¡cuánto más los impíos y los pecadores!
Salmos 44
Al director musical. Masquil de los hijos de Coré.
1 Oh Dios, nuestros oídos han oído y nuestros padres nos han contado las proezas que realizaste en sus días, en aquellos tiempos pasados: 2 Con tu mano echaste fuera a las naciones y en su lugar estableciste a nuestros padres; aplastaste a aquellos pueblos, y a nuestros padres los hiciste prosperar. 3 Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.
4 Sólo tú eres mi rey y mi Dios. ¡Decreta las victorias de Jacob! 5 Por ti derrotamos a nuestros enemigos; en tu nombre aplastamos a nuestros agresores. 6 Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria; 7 tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios. 8 ¡Por siempre nos gloriaremos en Dios! ¡Por siempre alabaremos tu nombre!
9 Pero ahora nos has rechazado y humillado; ya no sales con nuestros ejércitos. 10 Nos hiciste retroceder ante el enemigo; nos han saqueado nuestros adversarios. 11 Cual si fuéramos ovejas nos has entregado para que nos devoren, nos has dispersado entre las naciones. 12 Has vendido a tu pueblo muy barato, y nada has ganado con su venta.
13 Nos has puesto en ridículo ante nuestros vecinos; somos la burla y el escarnio de los que nos rodean. 14 Nos has hecho el hazmerreír de las naciones; todos los pueblos se burlan de nosotros. 15 La ignominia no me deja un solo instante; se me cae la cara de vergüenza 16 por las burlas de los que me injurian y me ultrajan, por culpa del enemigo que está presto a la venganza.
17 Todo esto nos ha sucedido, a pesar de que nunca te olvidamos ni faltamos jamás a tu pacto. 18 No te hemos sido infieles, ni nos hemos apartado de tu senda. 19 Pero tú nos arrojaste a una cueva de chacales; ¡nos envolviste en la más densa oscuridad!
20 Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios, o tendido nuestras manos a un dios extraño, 21 ¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos? 22 Por tu causa, siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!
23 ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. 24 ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestro sufrimiento y opresión?
25 Estamos abatidos hasta el polvo; nuestro cuerpo se arrastra por el suelo. 26 Levántate, ven a ayudarnos, y por tu gran amor, ¡rescátanos!