Proverbios 31 & Salmo 3
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 30 may 2016
- 3 Min. de lectura

Proverbios 31
Dichos del rey Lemuel
31 Los dichos del rey Lemuel. Oráculo mediante el cual su madre lo instruyó:
2 «¿Qué pasa, hijo mío? ¿Qué pasa, hijo de mis entrañas? ¿Qué pasa, fruto de mis votos al Señor? 3 No gastes tu vigor en las mujeres, ni tu fuerza en las que arruinan a los reyes.
4 »No conviene que los reyes, oh Lemuel, no conviene que los reyes se den al vino, ni que los gobernantes se entreguen al licor, 5 no sea que al beber se olviden de lo que la ley ordena y priven de sus derechos a todos los oprimidos. 6 Dales licor a los que están por morir, y vino a los amargados; 7 ¡que beban y se olviden de su pobreza! ¡que no vuelvan a acordarse de sus penas!
8 »¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! 9 ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!»
Epílogo: Acróstico a la mujer ejemplar[a]
10 Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas! 11 Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. 12 Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida. 13 Anda en busca de lana y de lino, y gustosa trabaja con sus manos. 14 Es como los barcos mercantes, que traen de muy lejos su alimento. 15 Se levanta de madrugada, da de comer a su familia y asigna tareas a sus criadas. 16 Calcula el valor de un campo y lo compra; con sus ganancias planta un viñedo. 17 Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. 18 Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche. 19 Con una mano sostiene el huso y con la otra tuerce el hilo. 20 Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado. 21 Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados. 22 Las colchas las cose ella misma, y se viste de púrpura y lino fino. 23 Su esposo es respetado en la comunidad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar. 24 Confecciona ropa de lino y la vende; provee cinturones a los comerciantes. 25 Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. 26 Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. 27 Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio. 28 Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: 29 «Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas.» 30 Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. 31 ¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras!
Salmo 3
Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.
1 Muchos son, Señor, mis enemigos; muchos son los que se me oponen, 2 y muchos los que de mí aseguran: «Dios no lo salvará.»
3 Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! 4 Clamo al Señor a voz en cuello, y desde su monte santo él me responde.
5 Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene. 6 No me asustan los numerosos escuadrones que me acosan por doquier.
7 ¡Levántate, Señor! ¡Ponme a salvo, Dios mío! ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! ¡Rómpeles los dientes a los malvados!
8 Tuya es, Señor, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo!