Proverbios 4 & Salmo36
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 3 jul 2016
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Proverbios 4Nueva Versión Internacional (NVI)
La sabiduría es lo máximo
1 Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. 2 Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción. 3 Cuando yo era pequeño y vivía con mi padre, cuando era el niño consentido de mi madre, 4 mi padre me instruyó de esta manera: «Aférrate de corazón a mis palabras; obedece mis mandamientos, y vivirás. 5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. 6 No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá; ámala, y ella te cuidará. 7 La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. 8 Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará; 9 te pondrá en la cabeza una hermosa diadema; te obsequiará una bella corona.»
10 Escucha, hijo mío; acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. 11 Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud. 12 Cuando camines, no encontrarás obstáculos; cuando corras, no tropezarás.
13 Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, que ella es tu vida. 14 No sigas la senda de los perversos ni vayas por el camino de los malvados. 15 ¡Evita ese camino! ¡No pases por él! ¡Aléjate de allí, y sigue de largo! 16 Los malvados no duermen si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen que alguien caiga. 17 Su pan es la maldad; su vino, la violencia.
18 La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud. 19 Pero el camino de los malvados es como la más densa oscuridad; ¡ni siquiera saben con qué tropiezan!
20 Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. 21 No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. 22 Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo. 23 Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. 24 Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. 25 Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. 26 Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos.
27 No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad.
Salmos 36Nueva Versión Internacional (NVI)
Al director musical. De David, el siervo del SEÑOR.
1 Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.» No hay temor de Dios delante de sus ojos.
2 Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado. 3 Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien. 4 Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.
5 Tu amor, SEÑOR, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes. 6 Tu justicia es como las altas montañas; tus juicios, como el gran océano. Tú, SEÑOR, cuidas de hombres y animales; 7 ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. 8 Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites. 9 Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.
10 Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón. 11 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío. 12 Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!