Proverbios 24 & Salmo 88
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 24 ago 2016
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Proverbios 24Nueva Versión Internacional (NVI)
1 No envidies a los malvados, ni procures su compañía; 2 porque en su corazón traman violencia, y no hablan más que de cometer fechorías.
3 Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. 4 Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros.
5 El que es sabio tiene gran poder, y el que es entendido aumenta su fuerza. 6 La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros.
7 La sabiduría no está al alcance del necio, que en la asamblea del pueblo nada tiene que decir.
8 Al que hace planes malvados lo llamarán intrigante. 9 Las intrigas del necio son pecado, y todos aborrecen a los insolentes.
10 Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza.
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio. 12 Pues aunque digas, «Yo no lo sabía», ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!
13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa; dulce al paladar es la miel del panal. 14 Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida.
15 No aceches cual malvado la casa del justo, ni arrases el lugar donde habita; 16 porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.
17 No te alegres cuando caiga tu enemigo, ni se regocije tu corazón ante su desgracia, 18 no sea que el SEÑOR lo vea y no lo apruebe, y aparte de él su enojo.
19 No te alteres por causa de los malvados, ni sientas envidia de los impíos, 20 porque el malvado no tiene porvenir; ¡la lámpara del impío se apagará!
21 Hijo mío, teme al SEÑOR y honra al rey, y no te juntes con los rebeldes, 22 porque de los dos recibirás un castigo repentino ¡y quién sabe qué calamidades puedan venir!
Otros dichos de los sabios
23 También éstos son dichos de los sabios:
No es correcto ser parcial en el juicio. 24 Maldecirán los pueblos, y despreciarán las naciones, a quien declare inocente al culpable. 25 Pero bien vistos serán, y bendecidos, los que condenen al culpable.
26 Una respuesta sincera es como un beso en los labios.
27 Prepara primero tus faenas de cultivo y ten listos tus campos para la siembra; después de eso, construye tu casa.
28 No testifiques sin razón contra tu prójimo, ni mientas con tus labios.
29 No digas: «Le haré lo mismo que me hizo; le pagaré con la misma moneda.»
30 Pasé por el campo del perezoso, por la viña del falto de juicio. 31 Había espinas por todas partes; la hierba cubría el terreno, y el lindero de piedras estaba en ruinas. 32 Guardé en mi corazón lo observado, y de lo visto saqué una lección: 33 Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos ... 34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez, como un hombre armado!
Salmo 88Nueva Versión Internacional (NVI)
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Al director musical. Según majalat leannot. Masquil de Hemán el ezraíta.
1 SEÑOR, Dios de mi salvación, día y noche clamo en presencia tuya. 2 Que llegue ante ti mi oración; dígnate escuchar mi súplica.
3 Tan colmado estoy de calamidades que mi vida está al borde del sepulcro. 4 Ya me cuentan entre los que bajan a la fosa; parezco un guerrero desvalido. 5 Me han puesto aparte, entre los muertos; parezco un cadáver que yace en el sepulcro, de esos que tú ya no recuerdas, porque fueron arrebatados de tu mano.
6 Me has echado en el foso más profundo, en el más tenebroso de los abismos. 7 El peso de tu enojo ha recaído sobre mí; me has abrumado con tus olas. 8 Me has quitado a todos mis amigos y ante ellos me has hecho aborrecible.
Estoy aprisionado y no puedo librarme; 9 los ojos se me nublan de tristeza.
Yo, SEÑOR, te invoco cada día, y hacia ti extiendo las manos. 10 ¿Acaso entre los muertos realizas maravillas? ¿Pueden los muertos levantarse a darte gracias? 11 ¿Acaso en el sepulcro se habla de tu amor, y de tu fidelidad en el abismo destructor? 12 ¿Acaso en las tinieblas se conocen tus maravillas, o tu justicia en la tierra del olvido?
13 Yo, SEÑOR, te ruego que me ayudes; por la mañana busco tu presencia en oración. 14 ¿Por qué me rechazas, SEÑOR? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Yo he sufrido desde mi juventud; muy cerca he estado de la muerte. Me has enviado terribles sufrimientos y ya no puedo más. 16 Tu ira se ha descargado sobre mí; tus violentos ataques han acabado conmigo. 17 Todo el día me rodean como un océano; me han cercado por completo. 18 Me has quitado amigos y seres queridos; ahora sólo tengo amistad con las tinieblas.