Proverbios 12 Salmos 107
- Recordatorio de Los Drs. Hood Devocional –
- 12 sept 2016
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Proverbios 12Nueva Versión Internacional (NVI)
12 El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.
2 El hombre bueno recibe el favor del SEÑOR, pero el intrigante recibe su condena.
3 Nadie puede afirmarse por medio de la maldad; sólo queda firme la raíz de los justos.
4 La mujer ejemplar es corona de su esposo; la desvergonzada es carcoma en los huesos.
5 En los planes del justo hay justicia, pero en los consejos del malvado hay engaño.
6 Las palabras del malvado son insidias de muerte, pero la boca de los justos los pone a salvo.
7 Los malvados se derrumban y dejan de existir, pero los hijos de los justos permanecen.
8 Al hombre se le alaba según su sabiduría, pero al de mal corazón se le desprecia.
9 Vale más un Don Nadie con criado que un Don Alguien sin pan.
10 El justo atiende a las necesidades de su bestia, pero el malvado es de mala entraña.
11 El que labra su tierra tendrá abundante comida, pero el que sueña despierto es un imprudente.
12 Los malos deseos son la trampa de los malvados, pero la raíz de los justos prospera.
13 En el pecado de sus labios se enreda el malvado, pero el justo sale del aprieto.
14 Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa.
15 Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo.
16 El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto.
17 El testigo verdadero declara lo que es justo, pero el testigo falso declara falsedades.
18 El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio.
19 Los labios sinceros permanecen para siempre, pero la lengua mentirosa dura sólo un instante.
20 En los que fraguan el mal habita el engaño, pero hay gozo para los que promueven la paz.
21 Al justo no le sobrevendrá ningún daño, pero al malvado lo cubrirá la desgracia.
22 El SEÑOR aborrece a los de labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad.
23 El hombre prudente no muestra lo que sabe, pero el corazón de los necios proclama su necedad.
24 El de manos diligentes gobernará; pero el perezoso será subyugado.
25 La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.
26 El justo es guía de su prójimo, pero el camino del malvado lleva a la perdición.
27 El perezoso no atrapa presa, pero el diligente ya posee una gran riqueza.
28 En el camino de la justicia se halla la vida; por ese camino se evita la muerte.
Salmos 107Nueva Versión Internacional (NVI)
1 Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
2 Que lo digan los redimidos del SEÑOR, a quienes redimió del poder del adversario, 3 a quienes reunió de todos los países, de oriente y de occidente, del norte y del sur.
4 Vagaban perdidos por parajes desiertos, sin dar con el camino a una ciudad habitable. 5 Hambrientos y sedientos, la vida se les iba consumiendo. 6 En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los libró de su aflicción. 7 Los llevó por el camino recto hasta llegar a una ciudad habitable. 8 ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres!
9 ¡Él apaga la sed del sediento, y sacia con lo mejor al hambriento!
10 Afligidos y encadenados, habitaban en las más densas tinieblas 11 por haberse rebelado contra las palabras de Dios, por menospreciar los designios del Altísimo. 12 Los sometió a trabajos forzados; tropezaban, y no había quien los ayudara. 13 En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los salvó de su aflicción. 14 Los sacó de las sombras tenebrosas y rompió en pedazos sus cadenas. 15 ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! 16 ¡Él hace añicos las puertas de bronce y rompe en mil pedazos las barras de hierro!
17 Trastornados por su rebeldía, afligidos por su iniquidad, 18 todo alimento les causaba asco. ¡Llegaron a las puertas mismas de la muerte! 19 En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los salvó de su aflicción. 20 Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro. 21 ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! 22 ¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y jubilosos proclamen sus obras!
23 Se hicieron a la mar en sus barcos; para comerciar surcaron las muchas aguas. 24 Allí, en las aguas profundas, vieron las obras del SEÑOR y sus maravillas.
25 Habló Dios, y se desató un fuerte viento que tanto encrespó las olas 26 que subían a los cielos y bajaban al abismo. Ante el peligro, ellos perdieron el coraje. 27 Como ebrios tropezaban, se tambaleaban; de nada les valía toda su pericia. 28 En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los sacó de su aflicción. 29 Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. 30 Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado. 31 ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! 32 ¡Que lo exalten en la asamblea del pueblo! ¡Que lo alaben en el consejo de los ancianos!
33 Dios convirtió los ríos en desiertos, los manantiales en tierra seca, 34 los fértiles terrenos en tierra salitrosa, por la maldad de sus habitantes. 35 Convirtió el desierto en fuentes de agua, la tierra seca en manantiales; 36 hizo habitar allí a los hambrientos, y ellos fundaron una ciudad habitable. 37 Sembraron campos, plantaron viñedos, obtuvieron abundantes cosechas. 38 Dios los bendijo y se multiplicaron, y no dejó que menguaran sus rebaños.
39 Pero si merman y son humillados, es por la opresión, la maldad y la aflicción. 40 Dios desdeña a los nobles y los hace vagar por desiertos sin senderos.
41 Pero a los necesitados los saca de su miseria, y hace que sus familias crezcan como rebaños. 42 Los rectos lo verán y se alegrarán, pero todos los impíos serán acallados.
43 Quien sea sabio, que considere estas cosas y entienda bien el gran amor del SEÑOR.